¿Y si me despeino?
Por Jordi Vilá
Sí, acertaste, hoy es, como decía la canción de La Oreja de Van Gogh y el imaginario popular, “el día menos pensado”. Fin de la cita, que diría el político.
Vi este video y no pude resistirme a escribir estas líneas:
Sí, hoy es el día de dejarse de leer en el libro la vida de otros y empezar a Vivir la propia, el día de dejar las enseñanzas y empezar con los aprendizajes, el día de dejar de pensar en la lluvia como una molestia y empezar a pensar en ella como creadora de Vida.
Es el día de pintarse una sonrisa, no ya en la cara si no en el alma, de dejar ir la lágrima porque purifica lo infecto, como si de la más efectiva de las vacunas se tratara.
Voy a pensar que el mundo no se ha levantado en mi contra y que aquel que me mira a cara de perro, es más digno de compasión que de odio.
La mancha en mi pantalón no va a ser causa de preocupación si no de reírme de mi mismo y agradecer al universo que no sea perfecto, que tenga todo un mundo de mejoras por delante.
Y me miraré al espejo y pensaré que aquello que tengo delante es la persona que quiero empezar a ser, en todos los sentidos, y entonces me permitiré reconocerme sin ocultarme tras máscaras y personajes.
Todo eso es lo que va a pasar, y muchas cosas más, si hoy salgo y me dejo despeinarme, me doy baza para no mostrarme políticamente correcto y dejo corretear a ese niño que lucha por salir de mi.
No, no es un espejismo, quizás hoy sea viernes, pero también me valdría un martes o un domingo y el otoño será la mejor estación, como también lo sería la primavera.
¿Me van a despedir?, lo importante es que no sea yo mismo el que me envíe al paro de la vida, que me autorice a Vivir como creo que debo hacerlo y piense que, el mundo, también es mío y, por tanto, conviene hacer que sea un poco más respirable.
¿Nos despeinamos?