Un mundo sin prejuicios
Por Jordi Vilá
Échale un vistazo al siguiente vídeo, no llega a los tres minutos y te garantizo que las reflexiones posteriores valdrán la pena.
Sí, estamos de acuerdo, los prejuicios me hacen la vida más fácil y, de algún modo, me protegen contra un montón de peligros…y también limitan mi vida haciéndola más estrecha, más limitada, sin permitirme explorar aspectos que, de otro modo, podrían llevarme a maravillosos descubrimientos.
Tal como hemos visto en este video, la identificación de determinadas señales, nos hacen aceptar o rechazar personas, comportamientos, instituciones, etc., sin que tengamos más razones que las simples creencias que no garantizan en modo alguno, que lo que ahí hay, sea cierto.
Hablando con una organización me comentaban que su gran problema era conciliar la cultura BabyBoomer con la Millenial, identificando una con el traje y la corbata y la otra con los piercings y los tatuajes…no vayamos a pensar, el rechazo era por ambas partes, ¿por qué?, por aspectos tan peregrinos como el aspecto exterior.
¿Y si me ocupara de ver lo que hay tras la fachada?¿y si fuera capaz de ir más allá de la capa de pintura exterior?¿y si me permitiera acercarme y explorar?
Los grandes descubridores no fueron los que atravesaron los océanos, son los que atraviesan una calle o cruzan una frontera en busca del aprendizaje que la otra persona tiene para él, independientemente de la tribu a la que pertenezca.
¿Seré capaz de explorar?