Transformación o cambio
Por Jordi Vilá
Estoy participando en el acompañamiento en procesos de transformación a diferentes personas, incluso mi propia transformación ya que, cuando creo que ha acabado, descubro nuevos caminos, con lo que es el propio camino el que se convierte en mi objetivo más que el objetivo en sí mismo.
En un principio, vemos desde nuestro interior algo que quiere cambiar, simplemente cambiar y, conforme vamos profundizando, percibimos que el solo cambio no es suficiente ya que nos deja en la epidermis, en la superficie de lo que queremos transmutar y ahí es donde nos damos cuenta de que el camino será largo y apasionante.
Vamos avanzando y saliendo de nuestra zona cómoda, lo desconocido acostumbra a causarnos vértigo, incomodidad y desasosiego y son muchas las ocasiones en las que pensamos en quedarnos como estamos. La decisión es nuestra, solo nuestra y tan lícito es seguir adelante como pararnos y abortar el proyecto; nadie tiene el derecho a juzgar que está bien o que está mal.
Hay momentos en los que notas que algo dentro de ti se abre como si fuera carne viva, dejándote exhausto y casi vencido pero, en ese momento, descubres la grandeza en lo que acaba de ocurrir: la transformación se ha producido y lo que había al otro lado de la puerta, no era tan terrible como lo habíamos imaginado. Una vez más, o quizás por vez primera, sales victorioso de lo que presumías un imposible.
El camino es ahora una bajada que parece sencilla, pero una nueva sima aparece ante ti reavivando sentimientos ocultos, temores y vértigos reaparecen con fuerte virulencia dándonos la impresión de que esta vez no seremos capaces de sortearlos. Nuestro cuerpo se revela, nuestra mente parece darse por vencida pero, en ese punto, es cuando sale lo mejor de nosotros, la grandeza que todos y cada uno llevamos dentro para sacarnos de ahí, para vencer una vez más aquello que un día consideramos invencible.
Sí, el camino de la transformación no es fácil, ni rápido, ni agradable en muchas ocasiones, pero el propio camino es aprendizaje puro que nos lleva a nuestra mejor versión, mostrándonos la parte más valiente y brillante de nuestro potencial que está ahí para que lo saquemos. Lo notarás, hay una especie de interruptor que se activará cuando sea el momento.
¿Hacemos juntos el camino?