Sueños abandonados
Por Jordi Vilá
Buscando materiales para un taller encontré esta perla que os invito a ver y que dura tan solo un par de minutos:
Toda una vida dedicada a aquello que tocaba, que había que hacer, por responsabilidad o por convicción, al final, tanto da que da lo mismo, la cuestión es que en muchos casos se dejaron aparcados sueños e ilusiones que quizás, solo quizás, podamos rescatar del mundo de los sueños.
Parece que se nos cierran puertas cuando, a lo mejor, lo que ocurre es que se nos están abriendo algunos ventanales, ¿quién sabe lo qué es bueno y lo que es malo?
En el vídeo podemos ver como la energía de la persona que es despedida cambia sustancialmente cuando alguien le recuerda sus flirteos profesionales de juventud, ¿cuáles fueron los nuestros, cómo nos puede cambiar la vida aquello que es solo una afición o que un día lo fue?
Nos encerramos en nuestra cotidianeidad olvidando que somos eso y mucho más, que nuestro potencial y nuestras posibilidades exceden, y con mucho, lo que hay en la superficie. Un día nos dijimos que no era posible y nos quedamos con esa afirmación que, quizás hoy, haya dejado de tener sentido.
Abramos ese baúl de las ilusiones, rescatemos lo que, aún dormido, sigue estando ahí, dejémoslo salir, juguemos con ello, abramos la puerta a la Vida y cerremos la ventana al temor.
Muchas Vidas, de las que existen antes de la muerte, empezaron precisamente con lo que un día pensamos que era un revés.
¿Qué te parece si indagas qué posibilidades hay ocultas tras lo que está ocurriendo?