Somos muy grandes
Por Jordi Vilá
Hablo de ti, de mi, del de la derecha y del de la izquierda, del bilbilitano, barcelonés, gerundense, guipuzcoano, sevillano, valenciano o coruñés, hablo de Arrels Fundació, con su campaña Nadie durmiendo en la calle, respaldado por los Coros de Gospel Gospelians y Gracia.
El domingo pasado, 22 de diciembre, en torno a un centenar de cantantes liderados por Karol Green y un gran número de voluntarios de Arrels, consiguieron ponernos los pelos de punta a cerca de un millar de personas, especialmente cuando Ana María nos contaba muy brevemente, que estuvo muchos años durmiendo en la calle hasta que estos héroes cotidianos, la arrancaron de ella.
Hay recortes de fondos, de aquellos fondos para los más necesitados, pero eso no para a miles de personas que día a día luchan para que todos tengamos un mínimo imprescindible: un techo.
Hoy podemos pensar que eso nos queda muy lejos, pero nadie está exento de que un revés de la vida nos lleve a la calle. Todos somos seres humanos, todos y cada uno de nosotros.
Voces armoniosas nos llevaron hasta la casa de los sueños, de los sueños que hacen que todos seamos solidarios, que ni tan siquiera la estupidez, arrogancia y soberbia de nuestra clase política, pueda con la fuerza de la ciudadanía y de organizaciones como Arrels Fundació.
Las caras de los cantantes, de los músicos, de los técnicos de sonido, de los responsables de ARRELS, eran caras de pasión por lo que hacían, por la fuerza que todos juntos tenían.
Los carteles en catalán, castellano e inglés gritaban sobre el cartón Nadie durmiendo en la calle y los planfletos, en los mismos idiomas, nos decían que esto no es un concierto, esto es un grito solidario para las 900 personas que viven entre cartones en la calle.
La solidaridad no la para nadie, ni la legislación, ni la política ni la desidia. La fuerza de la ciudadanía es inmensa, así que dejémonos de quejas y actuemos como hoy lo han hecho este grupo de valientes, esta gente que sabe pensar en grande y ser grande a la vez, en su humildad y su bondad.
Gracias Arrels, gracias Gospelians, gracias Cor de Gospel de Gracia, gracias por cuidar de una parte de nosotros y animarnos a ser uno de vosotros.
¿hay mayor regalo?