¿Quién dijo que no se puede?

Hace poco más o menos un año, en febrero de 2013, empecé a buscar editorial para publicar El éxito eres Tú puesto que me faltaba tan solo un capítulo para terminarlo, estuve hasta el mes de noviembre sondeando distintas posibilidades y llegué a entrevistarme presencial o telemáticamente con 13 editoriales.

Decir que, sin leer ni una solo línea, hubo quien me pidió hasta 3.750 € por imprimir 500 ejemplares, o quien argumentó que el mercado estaba saturado de esta temática pero que si adquiría un compromiso de compra por 6.000 €, ellos lo editarían…no os hablo solo de pequeñas editoriales, también os hablo de grandes sellos con presencia internacional, es decir, una muestra representativa en cuanto a tipología.

Sirvan estas líneas para reflejar las dificultades encontradas con el sector editorial, ávido de ventas y saciado de producto.

Hete aquí que, en el mes de octubre, cae en mis manos un post de soporte al autor en el que encontré una guía pormenorizada de los pasos a dar. Dicho y hecho, sin cansaros con los detalles, fui dándome cuenta de que era posible la publicación de un libro por un coste razonable y, desde luego, alejado de las pretensiones editoriales.

Fue, además, un trabajo co-creado con el diseñador, Sergi Vilá, quien dio forma a la obra hasta que es lo que hoy puedes tener en tus manos y que ha permitido que la primera tirada de la primera edición esté teniendo un excelente nivel de ventas.

Si bien es cierto que la distribución es otro escollo a salvar puesto que las librerías, en gran medida, solo quieren trabajar con editoriales o distribuidoras y estas últimas no suelen atender a autores noveles, deviene un factor menor, puesto que alguna gran cadena hace excepciones y la venta por Internet te permite acceder a un elevado volumen de potenciales lectores, como puedes ver en este enlace.

La travesía prometía ser dura y, de hecho, lo está siendo, como también está siendo gratificante, descubriendo recursos propios que desconocía y trabajo colaborativo y desinteresado de personas que me han permitido llegar a las puertas a las que necesitaba llegar.

Las costumbres están cambiando, podemos ser mucho más autónomos de lo que hasta ahora éramos, así que no hace falta más que la idea y mucho coraje para llegar allá dónde queramos llegar, ya que casi siempre va a ser posible, sin que factores económicos devengan el factor crítico, ni tan siquiera en grandes proyectos.

¿Quién dijo que no se puede?