Quemar o mantener
Por Jordi Vilá
No tenemos tiempo, no hay presupuesto, no es un tema urgente, …. todo esto son expresiones oídas a personas que lideran equipos e incluso a los propios miembros, cuando se les sugieren jornadas en las que se centren en ellos mismos, en hacer algo así como una puesta a punto.
Sería como aquel responsable del área de producción, conocedor de su próximo traslado que no realizara el adecuado mantenimiento de su parque de maquinaria. El resultado sería que sus índices de productividad se dispararían pero, su sucesor, sería posiblemente el sufridor de sus éxitos, ya que sería quien debería bregar con el desajuste de la planta y la parada de la misma; ¿quién es el bueno y quien el malo?, juzgar vosotros mismos, pero no por el resultado, si no por lo que subyace tras él.
En demasiadas ocasiones andamos actuando como auténticos bomberos, apagando fuegos, pero no es por eso por lo que nos pagan, si no, bien al contrario, por esa labor, también de los bomberos, de la preparación de los equipos y por la prevención, por mantener la maquinaria en perfecto estado, por considerar las posibles variables que se puedan producir de forma razonable, y sobre todo, por mantener a las personas del equipo, motivadas y desarrolladas.
Eso en lo referente a las personas, sin olvidar que forman parte de un subsistema, parte de un sistema mayor, que requiere estar perfectamente engrasado, lo cual quiere decir que entre sus miembros reine la confianza, la comunicación, el compromiso, el orgullo de pertenencia y la autenticidad.
Lo contrario, es condenar al equipo al ostracismo, a la mediocridad y, por tanto, resignarnos a que la organización esté en unos niveles lejanos a la excelencia.
Es cierto, son momentos de incertidumbre, de esfuerzo, de eficacia, de austeridad, pero también lo son de eficiencia, de visión, de necesidad de confiar en las personas que tengo a mi lado y con las que formo parte de algo grande, en resumen, de un equipo de alto rendimiento.
Puedes elegir entre continuar hasta ver que lo que habías conseguido se encalla, o conseguir dar ese salto cualitativo hacia unos horizontes distintos. Recordemos la metáfora de la planta productiva: no hacer el mantenimiento, poner todos los medios productivos a su máximo rendimiento, sin atender a sus necesidades de mantenimiento y conseguir resultados a corto, penalizando el futuro, o garantizar la optimización del parque.
¿Qué vas a hacer para continuar nutriendo a tu equipo?