Prohibida la reproducción…
Por Jordi Vilá
¿Te suena el título?, aparece en multitud de documentos escritos, de audio, de vídeo, … y es que cuando hay una concienzuda investigación detrás, horas y horas de pruebas, de ensayo-error, es algo del todo justificable, es más, es un acicate para la experimentación y la mejora del ser humano y de las organizaciones.
Hay también quien innova, quien mejora algo existente y anima al usuario a utilizarlo y difundirlo por el bien común, como hace Vicens Olivé (2010) en su libro “PNL y Coaching”, en el que incluye la Ecología de Vida, una rueda de la Vida mejorada, algo que es sin duda una poderosa herramienta que los coaches conocemos bien, habría otros ejemplos, pero vamos a quedarnos con este.
También tenemos quien, de forma descarada, fusila aspectos que son tan novedosos como las técnicas socráticas, les da un nombre rimbombante y les pone un copyright, o quién hace una traducción más o menos elaborada y la da como primicia.
Esta última es una práctica habitual en numerosos productos que tan solo se molestan en cambiar el formato, unirlo con otros elementos y presentarlo como la mayor innovación producida desde la invención del fuego, o poco menos.
En los últimos tiempos me he encontrado con diversos autores cuya práctica ha sido exactamente esta, algo que me produce más pena que otra cosa, puesto que, a poco leído que sea uno, encuentra las raíces, los originales, más pronto que tarde.
Evidentemente, hay quién hace alusión a los autores de la obra original, les cita e incluso les agradece su aportación, sobre la cuál construye, algo muy de agradecer en los tiempos que corren, y hay quién simplemente se atribuye la autoría y le planta el sellito de Copyright sin el más mínimo pudor por el esfuerzo ajeno.
Desde estas líneas quiero animar a todos aquellos que innovan a que lo sigan haciendo, ya que gracias a ello el mundo evoluciona y, a los que plagian, felicitarles por la fortaleza de su ego y agradecerles que se muestren tal cual son.
¿Empezamos a innovar de verdad?