Policromía

El mundo siempre ha contado con grandes pensadores que han sabido ver más allá de los odios. Jiddu Krishnamurti, Martin Luther King, Oriol Pujol Borotau, Vicente Ferrer, Mahatma Gandhi, Arnold Mindell, Marshall Rosenberg y tantos otros que vieron en la No Violencia un camino de construcción de un futuro ilusionante, contra unos elementos a todas luces desestabilizadores.

Vivimos tiempos convulsos, es bien cierto, y son convulsos, como lo han sido en toda la historia, esto no es nuevo, porque a un puñado de personas se les antoja que así lo sean y hacen lo posible y lo imposible por encender los ánimos y prender la mecha del odio y la sinrazón.

No hay que ir muy lejos para ver personas que cosifican a sus semejantes y los muestran ante la población como carne de cañón, como “cosas” sin sentimientos, sueños, miedos o ilusiones, son simples cosas a las que incitan a destruir, eso sí, quedando ellos a buen recaudo.

Krishnamurti nos venía a decir que fuéramos críticos con todo aquello que pusieran ante nuestros ojos, incluso sus propias palabras, como muestra de la grandeza de su postulado.

Gandhi nos decía “ojo por ojo todos ciegos”, una clara alusión a la necesidad de diálogo, a la necesidad de empatizar y llegar a ver el mundo con los ojos del otro, no para adoptar sus posturas, simplemente para comprenderlas.

En estos días, y hace ya algún tiempo, oigo críticas encendidas hacia el buenismo[1], una filosofía que preconiza el encuentro y la negociación por encima de la lucha y la violencia de cualquier tipo, algo que me entristece ya que indica, en palabras literales, que el fin justifica cualquier medio empleado.

Es época de profunda reflexión, en todos los órdenes de la vida, en todas las sociedades y en todos los entornos, salvo que lo buscado sea el lucro personal a través de las cortinas de humo.

La realidad es polícroma y el daltonismo parece ser el mal que nos azota, ¿de qué modo podremos acabar viéndola paleta con todos sus colores?

[1] Encontrado en http://www.fundeu.es/recomendacion/buenismo-malismo-angelismo-irenismo/