Miedo y coraje
Por Jordi Vilá
Atenaza, anula, acogota, nos vuelve meras marionetas en manos de aquello que lo causa, así es el miedo, capaz de paralizarnos, de hacernos huir o de impulsarnos a una lucha sin raciocinio pero, en cualquier caso, nos priva de una cantidad de recursos que, de otro modo, estarían a nuestro alcance.
No obstante lo anterior, el miedo puede ser también positivo por las mismas razones, ya que nos prepara para la supervivencia de uno u otro modo, genera estrés y esto hace que el cuerpo se prepare para afrontar aquello que tiene una importancia vital, produciendo un intercambio químico de fabricación e inhibición de sustancias y procesos.
Pero no es de ese miedo del que quería exponer algunas reflexiones, si no de aquel que nos anula como personas, aquel que hace que una persona permita ser maltratada, que un colaborador permita que su jefe le humille, el fortachón del grupito se ría a su costa o la pareja le ponga la mano encima.
Notas esas cadenas del miedo, son absolutamente irracionales y es por ello que es imprescindible tomar conciencia de las mismas y de la posibilidad de romperlas ya que están basadas en una serie de creencias que no hacen otra cosa que limitarnos, como lo hacía la pequeña estaca con el elefante de Bucay.
Desde estas líneas, invitaría a cualquiera que las lea, a hacer una profunda introspección en la que se pregunte cómo va a ser su vida si sigue atenazado por ese miedo y, por otro lado, como sería si ese miedo, simplemente, desapareciera.
Cuando le damos a alguien el poder sobre nosotros a través de nuestro miedo, se lo podemos quitar del mismo modo y es muy gratificante ver como se puede despojar a la persona, institución o situación de ese poder que ejercía sobre nosotros, porque sin el miedo, simplemente no hay arma que pueda utilizar en nuestra contra. A partir de ese momento, lo que otrora parecía imposible, se torna real, las fronteras desaparecen y nos damos cuenta del enorme potencial que tenemos como personas o como Equipos, a partir del mismo momento en el que decidimos optar por el coraje venciendo a esos miedos.
Ayer tuviste miedo y eres consciente de que hoy lo volverás a tener, y ese miedo que te atenaza, te impedirá crecer, ¿estás dispuesto a crecer en ti mismo, a saltar más allá de ti mismo, al Yo que sabe que puede hacerlo?