M&A = Miedos y Anhelos
Por Jordi Vilá
Pensaba en las múltiples compras empresariales o en sus fusiones a fin de obtener sinergias, beneficios fiscales, reducción de costes… me vienen a la cabeza una gran cantidad de ellas, quizás por los tiempos que nos ha tocado vivir, desde los embotelladores de Coca Cola en España hasta los grandes grupos bancarios como BSCH, BBVA, LA CAIXA, BANC DE SABADELL, etc., todos ellos realizando sesudos análisis a fin de analizar los activos, sus pasivos, competencias de los equipos, basuras encubiertas, créditos y quién sabe cuántas cosas más.
Pero hete aquí que, y no hablo precisamente de los casos mencionados ya que tengo constancia de que, en muchos de ellos, se ha realizado una labor ingente, en el ámbito del análisis del potencial humano estos han sido, por así decirlo, mucho más livianos.
Parecemos olvidar que en cualquier colectivo humano, por pequeño que este sea, el principal combustible es la ilusión, una emoción potente y activadora y, el peor freno, el miedo, una emoción equivalente en potencia pero de signo contrario. Contra más numeroso sea el colectivo, peores pueden ser las consecuencias de no contemplar las reseñadas emociones y otras muchas que subyacen tras la superficie de la proactividad o la desidia.
Personas cuyas carreras se preveían brillantes, quedan atenazadas por el miedo y, con ello, se pierden ingentes cantidades de talento que se van aletargando, en el mejor de los casos, cuando no se ven abocadas al vertedero profesional de los desclasados.
No digo que la solución sea sencilla, bien al contrario, pero los resultados pueden tener tal diferencia que sería interesante contemplarla, se trata de analizar las emociones que yacen tras esa pátina de resistencia al cambio, así como de aquellas que han estado dormidas por la ineficacia y la cobardía de líderes pusilánimes, temerosos de que sus colaboradores pudieran brillar más que ellos.
Está bien analizar los balances, las cuentas de resultados, los procesos, los parques de maquinaria, los almacenes, pero no podemos olvidar que todo eso es gestionado por personas, con miedos, con ilusiones, anhelos y frustraciones que, adecuadamente canalizados, son fuentes de energía emocional inagotable.
En una fusión, hay auténticos brillantes tapados bajo escombros y hay circonitas intentando dar el pego en su superficie, ¿analizamos de verdad cuál es el potencial del colectivo y hacemos aflorar el combustible emocional?