¿Lo sientes?
Por Jordi Vilá
Está aquí, ahí fuera y aquí adentro, lo siento, lo oigo, lo acaricio, lo saboreo, lo huelo, con cada uno de mis sentidos lo siento, y me llena y me abriga, cuando lo necesito y lo encuentro, y también me pesa y me ahoga cuando llega sin esperarlo ni quererlo.
¡Cuánto poder el del silencio!, capaz de sacar de mi aquello oculto, de acallar mis pensamientos, de silenciar mi ruido interior, de traerme la paz y la serenidad.
¡Cuánto poder el del silencio!, cuando en una conversación dejo que caiga entre nosotros como si de una hoja de otoño se tratara.
¡Cuánto poder el del silencio!, que hace que entres en ti y busques ese algo que decir que te descubre viejos recovecos de tu ser.
Le abro la puerta y le doy entrada, y se apodera de mi como si de un buen amante se tratara, con cariño, con prudencia, con sigilo, así es como llega hasta mi y guía mis pasos hacia ti, hacia tu interior más profundo.
No, por favor, no digas nada con tu voz, no rompas un silencio que hace sinfonía, háblame solo con tus ojos, háblame con tu emoción, deja que te sienta en mis sentidos, deja que te oiga con mis manos, con mi piel, con mi olfato, porque también así te escucho y llegas a mi.
Deja que llegue hasta ti con mi silencio, permítenos crecer en nosotros con ese sonido que no se oye, con ese grito que se calla, con ese rumor que muere en la garganta.
Así es cuando el silencio se sienta entre nosotros, abrigándonos con su calor, acercándonos con su fuerza, permitiéndonos bajar hasta lo más hondo de nuestro Ser.
¿Sientes ahora distinto el sonido del silencio?