Liderar desde el servicio
Por Jordi Vilá
Me dormí y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir. Serví y vi que el servir era alegría.
Estos versos del poeta Bengalí Rabindranath Tagore (1861-1941), han sido citados en multiplicidad de ocasiones para definir una vida de alegría y de servicio, pero es ahora, reflexionando sobre el liderazgo y tras muchas intervenciones con Directivos de toda índole, cuando encuentro su verdadero significado, apoyándome también en una obra que siempre me ha cautivado: Hunter, J (1999). La paradoja. Barcelona: Urano.
En esta obra, se expresa la gran diferencia entre el mando y el liderazgo, entre un antiguo paradigma, más piramidal y directivo y otro al que estamos yendo, mucho más humano y marcado por la autoridad otorgada por aquellos a los que lideremos.
Al final, vamos hacia la antigua Roma, en la que los términos de Autorictas y potestas, definían una y otra tipología de influencia sobre el colectivo, es decir, vemos que estas reflexiones no son nuevas y es que la tecnología avanza a pasos agigantados, pero los valores humanos y sus fundamentos, se mantienen en situaciones muy parecidas.
En mis intervenciones con Personas con responsabilidad sobre grupos o equipos, voy confirmando la teoría de Hunter, a la que veo cada vez más alineada con los versos de Tagore. El líder debe ser el servidor, el acompañante, el guía de su equipo, en función del momento, en función del estado del Equipo.
Debo invertir la pirámide organizacional, poner en el punto de máxima importancia a las personas que interactúan con los clientes y dotarlos de todo aquello que puedan necesitar, algo que resultará imposible si no lo hago desde el servicio, desde la entrega total a un objetivo común, aún y a costa de mis propios objetivos, los cuales deberían estar subordinados al bien de todos.
La transformación está aquí y podemos ver como los auténticos líderes, que lo han sido siempre (Gandhi, Ellacuría, Luther King, …), desplazan a los líderes autárquicos y generan nuevos líderes, mientras que el líder que busca el servilismo, no crea más que seguidores.
¿Tenemos la humildad suficiente para servir a nuestros equipos?