La elección es tuya
Por Jordi Vilá
El jueves 17 de abril a las 7 de la tarde y acompañado por Jesús García y Sergi Vilà, presentaba mi novela “El éxito eres Tú” en la tienda Fnac de la Illa Diagonal de Barcelona. Hasta ahí, nada remarcable salvo la cantidad de personas que acudieron para compartir aquel rato con nosotros y que hicieron que la sala quedara pequeña.
Estuvimos debatiendo, a veces de forma vehemente, la diferencia entre el Ser y el tener o el hacer, eje principal del libro, así como el precio a pagar por una u otra cosa.
Uno de los principales elementos que salieron a colación fue la capacidad de elección que tenemos los seres humanos. Siempre tenemos elección, incluso cuando decimos que ello no es así y, buena prueba de ello, es la foto que ilustra el presente artículo.
Xavier subió a la tarima y se sentó en una silla. No se aprecia con claridad pero Xavier está amputado de ambas piernas y, desde ahí, nos mostró su coraje, su valentía y la profunda consciencia de sí mismo, afirmando que él era el único dueño de su propia vida y de sus elecciones.
Y ese es el punto al que quiero ir a parar, no son sus circunstancias, no es el tener o el no tener, algo que le condiciona pero que no le determina. Hubiera sido fácil renunciar a una vida plena, caer en el victimismo, pero él decidió que no fuera así y ello le lleva a trabajar cada día por Ser quien quiere Ser, no un ente anodino sin mayor interés que la contemplación de sí mismo.
Hubo otra persona que en una tesitura similar me confesó que su vida empezó justo en el momento de sufrir lo que, a priori, pensó que era una desgracia, y es que esa situación le llevó a replantearse una vida vacía y en manos de otros, transformándola por una de servicio, autoestima y coraje.
Incluso cuando nos parece no tener elección la tenemos, aunque en ocasiones nos obcecamos en no aceptarlo. Es bueno recordar que una elección significa renuncia, renuncia a todo aquello que implica la elección tomada, para lo agradable y lo desagradable.
Recuerda: el éxito eres Tú, y eso es una de las pocas verdades incuestionables, aunque ahora no puedas verlo, aunque la situación que atrevieses sea como un pañuelo cubriéndote los ojos. Al final la venda caerá.
¿Qué elección es la que te resistes a tomar aún sabiendo la necesidad de hacerlo?