La causa no siempre está fuera
Por Jordi Vilá
Recuerdo una ocasión en la que llamé a mi jefe para decirle que mi evaluación 360 reflejaba un bajo nivel de escucha, de hecho, de los 6 colaboradores que tenía en aquel entonces, 6 pensaban que no escuchaba, así que alguna razón tendrían. Inicialmente se puso a reír y tan solo me dijo – Hace un año que te lo estoy diciendo –
Eso ocurría hace, poco más o menos, algo más de 10 años y hoy quiero reconocer que fue el mejor de los regalos que me pudieran haber hecho ya que, de lo contrario, dudo que hubiera podido llegar a ser un buen coach.
Tomar consciencia de mi bajo (por llamarlo de algún modo) nivel de escucha, me permitió tomar cartas en el asunto y empezar a cambiar comportamientos. Hoy podría decir que es una de mis competencias más avanzadas.
El comportamiento humano nos lleva a negar hechos que son irrefutables, evidencias que, de ser materiales, no cabrían en un estadio, ¿por qué?.
La respuesta a esta pregunta tiene muchas variantes aunque no me cabe duda de que muchas de ellas son defensivas y se alinean con miedos, miedos a no ser suficientemente bueno, a ser rechazado, a no dar la talla, a… y el hecho es que solo cuando reconozco mi vulnerabilidad, soy capaz de empezar a ponerle remedio.
Por mi actividad profesional veo a muchos jefes de equipos (lo siento, no me atrevo a llamarles líderes), incapaces de reconocer esas vulnerabilidades, es más, pueden llegar a afirmar que sus evaluaciones a 360 se deben a criterios defectuosos de sus subordinados, ya que no llegan a considerarlos colaboradores y tal es el término para referirse al colectivo al que coordinan.
Me recuerdan a aquellos profesores cuyas asignaturas tenían un índice altísimo de suspensos…nunca se planteaban su calidad docente, siempre estaba presente la pereza de sus discípulos, la pérdida de valores y, al fin, elementos externos a ellos mismos.
Cuando el desánimo, la fuga del talento y la abulia se adueñan de tu equipo, algo está pasando, no te quepa la menor duda, y tienes todos los números para ser el causante de ello.
¿Qué miedos necesitas ahuyentar para reconocer tu vulnerabilidad?