Koakura cumple 11 años en el desarrollo de personas y equipos
Por Jordi Vilá
El calendario marcaba la fecha: 2 de diciembre de 2009, ese día venía al mundo Koakura en la calle Beethoven de Barcelona y, la artífice de tal nombre no fue otra que una gran diseñadora: Cristina Taverner que supo ver la fuerza que tenía la palabra y, para quién sienta curiosidad, proviene de “acurado”, cuyo significado según la RAE es cuidadoso y esmerado.
Eso llevó a que sonara el teléfono y que grandes personas decidieran seguir confiando en mi, personas como Paco Gay, Nuria Chinchilla, Jesús García, Silvia Rubió, Natalio González o Cristóbal Sáez entre otros. Ellos fueron los que permitieron que este sueño sea hoy una realidad originando el trabajo que generaría las primeras facturas y lo haría sostenible.
En estos 11 años, entre los que se cuentan las dos mayores crisis económicas de la historia moderna, han ocurrido muchas cosas, y me atrevería a decir que todas ellas catalizadoras de crecimiento personal, profesional y corporativo.
Lo que empezó en un pequeño despacho en el barrio de Sarriá-St. Gervasi de Barcelona, es hoy una organización con presencia en Colombia, Chile, México, Panamá y España, con mis dos socios que deciden unirse en el verano de 2018: Lisett Rodriguez en Bogotá y Raúl Leis en Panamá.
Entre 2019 y 2020 decidieron unir sus esfuerzos Susy Aguilar, Margarita Tarragona, Paulina Farías, Anna Buira, Paula Farías y alguna otra persona que se unirá antes de finalizar el año.
Hemos tenido el inmenso placer de que colaboraran con nosotros personas de la talla de Wico Leis, Jaime Pérez, Trebol consultores o William Santos, u organizaciones como EAE BS, con los que tenemos un convenio de colaboración con su Alumni.
Vamos haciendo camino, vamos contribuyendo a cambiar el mundo, a hacer de esta una sociedad más sostenible, con una visión Teal de las organizaciones a las que acompañamos y acompañaremos en este camino.
A todas las personas y organizaciones que decidieron confiar en nosotros nuestro mayor agradecimiento, estamos convencidos de que somos unos privilegiados en este camino.
La senda sigue y queremos cruzarnos contigo en el siguiente cruce, ya seas colaborador, alumno, acompañante u organización con o sin ánimo de lucro.
Este escrito no estaría completo sin mi agradecimiento explícito a nuestras familias que supieron ver el brillo en nuestros ojos.