He tocado fondo
Por Jordi Vilá
Tocar fondo…. ¿te suena?, quizás aún no has llegado hasta ahí o no llegues nunca, o tal vez ya estás en el camino de subida, o justo estás en ese punto en el que no hay nada que te permita sospechar que ya solo hay espacio para el crecimiento, para salir de ese túnel para, en una palabra, acabar con tus angustias, aunque no va a ser rápido, ni fácil, ni indoloro, bien al contrario, va a ser un camino plagado de espinas.
Espinas que impulsan, espinas que regeneran, espinas que empezarán a hacer de ti una versión mejorada…. o quizás no, porque eso solo será si así lo quieres.
Son momentos, esos de estar en caída libre, en los que somatizas todos y cada uno de tus problemas, donde solo sabes mirar en una escala que va del negro al negro, sin contemplar la posibilidad del blanco, ¡y ya no digamos de los colores!, donde todo es o malo o catastróficamente malo.
Momentos en los que tu propio sistema inmunitario se debilita por el estrés, donde tu espalda se contractura o la psoriasis aparece, o la gripe no te abandona o…. tu cuerpo te está gritando pero no hay forma de que le hagas caso. Es posible que te hayas tornado irascible cuando siempre habías sido una persona serena, o quizás el alma de la fiesta o… tanto da, eras como eras y te has transfigurado en un ser desconocido, siempre con el ceño fruncido, sin que llegues tan siquiera a reconocerte.
Es posible que, incluso, empieces a tener conductas autodestructivas, consciente o inconscientemente, podría ser que también empieces a consumir, compulsivamente, sustancias adictivas como el alcohol o psicofármacos.
También es posible que tengas episodios de llanto que nunca habrías imaginado, o algún estado de alteración similar. Es normal, estás en la parte más baja en la que podrías estar.
Has tocado fondo, Tu fondo, porque cada uno tenemos nuestro límite y tu ya has atravesado el umbral del tuyo. No eres capaz de ver las cosas de otro modo, estás completamente bloqueado o pareces un pollo corriendo sin cabeza, sin ningún tipo de dirección. Este puede ser el momento de empezar a buscar las respuestas dentro de ti, visto que las que has buscado fuera, apenas han dado resultado, quizás con algún soporte externo.
¿Qué decisión es la que temes tomar?, ¿en qué lugar quedas tu en tu orden de prioridades?, estas preguntas te podrían dar algunas respuestas, pero me gustaría que le dieras unas vueltas a una en concreto y decidieras si vale o no la pena:
¿Qué vas a hacer hoy, mañana ya será tarde, para impulsarte de nuevo a Ser esa persona que tu sabes que eres?