¿Hasta dónde?
Por Jordi Vilá
Esta semana charlando con una persona que ocupa una posición de Alta Dirección manifestaba estar muy satisfecha con su momento profesional actual, el ritmo era trepidante, con jornadas de 14 horas diarias, incluidos los fines de semana…la verdad es que su lenguaje corporal me dio la impresión de que negaba lo que con tanta vehemencia afirmaba, pero no soy nadie para juzgar su satisfacción.
Hoy traigo este tema sobre el tapete porque me recordó una etapa pasada, unos días hace ya algunos años, en los que abría la oficina a las 6:30 de la mañana y volvía a casa poco antes de las 21:00 y, como yo, algún colaborador más.
Recuerdo sentirme mal por ir directamente a casa desde el aeropuerto un día que mi vuelo llegó al aeropuerto de Barcelona a las 5 de la tarde, ¡aún quedaba mucho tiempo hábil!, aunque me tuve que recordar que había empezado mi primera reunión con un desayuno a las 7 de la mañana.
Me sentía como la persona con la que abría estas líneas, enchufado de adrenalina, con la creencia que así era una persona importante y de éxito…hasta que me di cuenta de que no estaba viendo crecer a mis hijos, no estaba con ellos en momentos en que necesitaban de un padre, ni con mi esposa ya que tenía cosas importantes que hacer.
Ahora me pregunto que había más importante que vivir, que había más importante que el respeto hacia mí mismo y todo aquello que me importa, ¿dónde quedaban mis valores?.
Simplemente me había negado a mi mismo, había dejado que el personaje se apropiara de mi y campara a sus anchas, lo importante era el reconocimiento que recibía desde fuera, aunque yo cada vez me sentía más vacío por dentro, hasta el punto de llegar a no reconocerme en la persona que veía en el espejo.
Recuperar ese Yo no fue fácil, tuvieron que haber importantes rupturas, toma de consciencia de quien soy realmente y un deseo intenso de recuperar la persona que hay en mi.
¿Es la vida un estatus y unas posesiones, o realmente hay algo más?¿es lícito que las organizaciones dispongan de las personas hasta ese punto?¿es normal que pensemos que eso es lo normal?