Gracias por compartir
Por Jordi Vilá
Hace algunos meses, alrededor del mes de octubre pasado, tuve el placer de co-liderar junto a Viviane Launer un taller en las VII jornadas profesionales de Coaching organizadas por ICF ESPAÑA en Barcelona y poco imaginaba, en aquel momento, el enriquecimiento que iba a tener con ese proyecto, enriquecimiento por el mutuo aprendizaje de una profesional como Viviane y enriquecimiento por compartir con colegas de otros puntos de España.
Mi regalo de hoy ha sido compartir con coaches valencianos las experiencias relativas a una técnica muy concreta que permite a nuestros clientes extraer mucha información de sí mismos: la visualización. Ahora estoy regresando en tren hacia Barcelona, con la impresión de poder sacar la mano por la ventanilla y mecerla en el mar, con una gratificante sensación de serenidad y plenitud.
Tras aquel taller en las jornadas, hemos repetido dos veces más en Barcelona, una en Madrid y hoy en Valencia, aunque esta última por motivos de agenda, ha sido en solitario. Me he podido reencontrar con grandes excompañeros y hoy amigos como Montse y Fidel, a quien hacía más de 20 años que no veía.
¿Y qué me importa a mi todo esto? os diréis. Sentía la necesidad de expresarlo en este post, porque es el resultado no esperado de compartir, de compartir una experiencia, unos conocimientos, una vivencia y ver que el retorno es muy superior a lo que podría haber imaginado.
Este retorno en tren es uno de ellos, uno de esos regalos, pero también lo está siendo compartirlo con Viviane, conocer a personas maravillosas que creen realmente en el potencial de las personas, aprender de ellas, ver el mutuo impacto que tenemos entre nosotros y, al fin, constatar que el compartir sin esperar nada a cambio produce esta paradoja de recoger un fruto inesperado.
He obtenido aprendizajes en cada uno de los talleres que hemos impartido, enriqueciendo la herramienta, dotándola de una mayor potencia por el bien de nuestros clientes y por nuestro bien como profesionales del desarrollo de personas y equipos.
Todo esto me ha permitido llegar a mi propia definición de éxito, muy alejada de lo que antaño fue.
¿Qué esperas para compartir?