Escuchando
Por Jordi Vilá
Hace unos días tenía la suerte de compartir con un grupo una clase virtual en la que compartíamos los niveles profundos de escucha.
Tras las prácticas correspondientes, quedó la fase de las pruebas en los entornos cotidianos, algo que les pedí a los alumnos, todos ellos líderes de diversos ecosistemas, desde la educación hasta el mundo empresarial o los cuerpos de seguridad.
Lo que les pedí a los alumnos fue que escogieran una persona de su entorno y la escucharon a un nivel profundo durante cinco minutos, nada más…y nada menos, algo en apariencia sencillo y que requiere cierto nivel de templanza.
Al cabo de un par de días volvimos a tener clase y compartimos las diferentes experiencias de todos ellos y, en todos los casos, las vivencias fueron poco menos que sorprendentes, sin importar que el entorno de que se tratara fuera el del ocio, el familiar o el profesional.
En todos los casos, la escucha a un nivel profundo había dado lugar a una transformación de la relación, tornándola de mayor consistencia y complicidad.
Escuchar a este nivel requiere un profundo compromiso con uno mismo y con el otro, requiere oír las palabras y los silencios, los sonidos y los gestos, integrándolo todo en una suerte de baile en el que la relación es la principal beneficiaria.
Algo tan sencillo de pensar y tan complejo de implementar, con un impacto transformador en las familias, las relaciones, las organizaciones, en cualquier interacción entre personas.
Hoy, en cualquier momento, en cualquier lugar, dónde sientas que quieres transformar tu relación con una persona, ya sea tu amiga, tu familiar, tu pareja, tu jefe, tu colaborador o tu amiga, solo acalla tu ruido interno y escucha con todo tu cuerpo, sí, con todo tu cuerpo, solo así llegarás a escuchar lo que habla su esencia.
¿Quieres probarlo?