Eneagrama 8 de 10. Eneatipo 7
Por Jordi Vilá
No hay quien pare tanto entusiasmo, es realmente un motor de positividad, un hedonista nato que busca el placer y que huye, como alma que lleva el diablo, de cualquier cosa que huela a lo contrario, a sufrimiento, pena o aburrimiento. Te estoy hablando del eneatipo 7 o entusiasta.
Se cansa rápido de todo y necesita estar en múltiples actividades, relacionándose con toda aquella gente que, como él, busque la alegría y el disfrute, ¿lo ubicas?, es esa persona de la que todos tenemos cierta envidia, ¿todos?, bueno, digamos que algunos, ya que es el alma de la fiesta.
¡Que gusto!, pensarás, pero eso no es así, ya que es una persona que se pasa la vida huyendo de las emociones que le perturban, no quiere estar en la tristeza o la apatía y todo lo centra en pasarlo bien, por lo que puede llegar a pecar de superficial y efímero.
Es tanto su afán de probar cosas que le satisfagan que la gula se cuenta entre sus principales pasiones y, obviamente, su virtud residirá, cuando esté en una fase esencial, en la sobriedad.
Negará hasta la extenuación el sufrimiento, no es una persona que haya nacido para eso, razón por la cual desarrolla sus estrategias de evasión. Nos cuenta Ichazo que transitará desde la búsqueda compulsiva del placer en su fase más egoísta hasta una sana gratitud en la que agradece y aprecia cuanto se le brinda.
Cuando estamos ante una persona con enatipo 7 en su estado esencial, son personas abiertas, expansivas y a las que todo les parece excitante y enriquecedor, por el contrario, cuando están en su estado más egomaníaco, son caprichosos y volátiles, siendo su estado más habitual el punto medio que les sitúa en una búsqueda continua del placer, algo que les hace ser superficiales.
¿Te suenan Peter Pan o Mozart?