El método Grow en el desarrollo de colaboradores
Por Jordi Vilá
El pasado día 23 de enero tuve una de aquellas ocasiones que se presentan cada vez con mayor frecuencia y que nos permiten trabajar con excelentes profesionales, a la par que amigos. Fue la presentación de mi libro El éxito eres Tú y la facilitación de un taller sobre el Método Grow en la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza.
Una veintena de profesionales de todo tipo de industrias me regalaron su presencia y participación activa, consiguiendo aprendizajes mutuos de gran intensidad y, lo que es más interesante aún: se llevaron una herramienta que podían implementar a la salida del encuentro.
La figura que ilustra el presente artículo os puede dar una idea de lo que estoy hablando y que intentaré definir de forma sintética, quedando a vuestra disposición si precisáis de mayor información.
El modelo surge del acrónimo GROW: Goal, Reality, Options, Will y que podemos traducir como Objetivo, Realidad, Opciones, Voluntad y compromiso. Veamos como utilizarlo, teniendo en cuenta que no debemos pasar al siguiente estadio sin que esté bien definido el punto en el que nos encontramos.
Objetivo: en lugar de marcar el objetivo del colaborador, este modelo está pensado para que sea él mismo el que lo plantee, teniendo buen cuidado en que sea un objetivo SMART (específico, medible, alcanzable, realista y temporal).
Realidad: En este punto, debemos acompañar a la persona a definir el estado actual en todos sus parámetros, ya sea en cuanto a recursos físicos, económicos, humanos o situacionales, así como la distancia que le separa del objetivo fijado.
Opciones: a través de preguntas abiertas, hagamos que el colaborador explore las posibilidades que se le brindan, y hagámoslo pensando en grande, sin ponernos, al menos de momento, limitaciones y sin pensar que aquello es inviable (ya tendremos el momento de analizarlo).
Compromiso: Es el equivalente al Plan de Acción, el colaborador deberá diseñar un plan detallado del modo en el que va a desarrollar una o varias de las opciones planteadas, como si de un proyecto de ingeniería se tratara, estableciendo las necesidades y la forma de conseguirlas, asignando tiempos, hitos e indicadores.
Este modelo vendría a guardar cierto paralelismo con salir a correr, contra más lo utilicemos, más sencillo nos habrá de resultar. Su éxito reside en pensar que en nuestro equipo contamos con personas capaces de pensar por ellas mismas, de analizar posibilidades y de asumir responsabilidades. Si pensamos que pueden, sin duda alguna podrán.
¿Empezamos a implementar Grow?