El Equipo como elemento clave en la innovación
Por Jordi Vilá
Estar con un grupo numeroso, poco más de un centenar de personas, trabajando su visión del futuro o, mejor dicho, construyendo el futuro, tal y como nos recetó Drucker a fin de crearlo, fue una de las experiencias más gratificantes como facilitador externo.
Aquella experiencia me mostró como un grupo de personas con un objetivo común y valores compartidos eran capaces de ir más allá de los condicionantes presentes para empezar a dibujar lo que querían que fuera su entorno profesional más próximo.
No se dejaron intimidar por la crudeza del momento o por la presión de los presupuestos o creencias del momento, fueron capaces de ir más allá, y es que cuando un entorno refleja confianza, un equipo es capaz de cualquier cosa, algo que queda demostrado cuando se actúa desde la pasión racional, aunque tal término pueda parecer un contrasentido.
La imaginación, junto con la confianza y la seguridad, son el mejor combustible para llegar al destino pretendido, más aún cuando este combustible es ecológico y sostenible, con él los límites se diluyen con el tiempo y todo cobra un cariz posibilista.
Desde estas líneas quiero animar a los equipos, sean del nivel que sean, a pensar en grande, a ir más allá de esos pretendidos límites y a diseñar los planes de acción que les permitan alcanzar ese futuro retador e ilusionante, ¿cómo si no hubiera llegado el ser humano a la Luna o se llegaría a New York dos horas antes de haber salido de París con el Concorde?
Jules Verne nos permitió leer sus sueños, ir a la Luna, tener redes de comunicaciones como Internet, etc., Leonardo da Vinci también se adelantó a su tiempo, como Ford, Musk o tantos otros, ¿podemos imaginar la fuerza de un equipo cuando desata sus corsés?
En un momento en el que se habla de innovación, esa es precisamente la receta para conseguir imposibles: imaginarlo, profundizar, buscar lo que se necesita y confiar ciegamente en el talento humano, no podemos olvidar que todos juntos podemos alcanzar metas que tiempo atrás se consideraron poco menos que quimeras y el acompañamiento de un Coach puede resultar muy enriquecedor.
Crear espacios para desatar las ideas puede ser un buen inicio, ¿empezamos?
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