¿El Coaching una estafa?
Por Jordi Vilá
Elconfidencial.com es uno de mis diarios digitales de referencia, lo encuentro ameno y bien organizado, y ya son varias las ocasiones que me han inspirado la redacción de algunos post. Este artículo ha sido el último.
En el punto 4 del artículo, nos dice literalmente El coach es el tipo ese que te dice que no hay nada imposible en este mundo, y que con esfuerzo y pasión puedes conseguir todo lo que te propongas, y que tienes que salir de tu zona de confort, y… en fin, esas cosas tan bonitas que ellos dicen. Como Paulo Coelho, pero con un iPhone y una camiseta así como modernilla.
Si bien un coach, y como profesional independiente puedo dar fe de ello, acompaña a su cliente en estas lides, también es cierto que cuestiona, rebate y lleva a la reflexión a su cliente, invitándole a discernir los pros de los contras, las ventajas de los inconvenientes, etc.
El autor no tiene en cuenta otros aspectos importantes en cualquier ser humano: los sistemas de creencias, algunas limitantes, otras impulsoras, que pueden resultar auténticos frenos unas y auténticos trampolines otras.
Mi trabajo a lo largo de muchos años de ejercicio profesional me ha enseñado como, la persona, tiene recursos que están ocultos tras toneladas de basura tóxica referencial, inculcada alguna de ella en nuestra más tierna infancia.
Así, invito a cualquier persona que busque una transformación a explorar en ella misma, sin menoscabo de escuchar a “aquellos amigos” que con tanta ligereza hacen juicios de valor. Puede hacerlo con un Coach, en cuyo caso lo que tendrá delante, si realmente se hace acompañar por un profesional, será alguien que no tendrá reparos en mostrarle lo que ve…y lo que no ve.
Detrás de nuestra labor existe un interés real en nuestros clientes, unas formas de conversación que los directivos, cada vez en mayor número, insisten en aprender por los efectos que ello comporta, así como una escucha de las palabras, de los silencios y del lenguaje corporal que aportan gran cantidad de información a nuestro cliente.
Tras más de 15 años en la alta dirección corporativa y emprendimiento, decidí centrarme, no en la ayuda, sino en el acompañamiento a unas personas a las que entiendo bien por haber estado en su lugar, sin juicios, sin críticas, tan solo con preguntas, escucha y pasión por la potencialidad del ser humano.
Créeme Carlos Otto si te digo que un proceso de coaching no es una conversación de café, agradable de por sí pero quizás no transformadora. Solo te invito a explorar, a investigar en este mundo apasionante, antes de emitir juicios.
No creo que organizaciones de todo tipo nos contrataran si, como dices, fuéramos estafadores a la caza del emprendedor y permíteme, para acabar, reflejar la impresión de un cliente que quiso compartir su experiencia en una red social haciéndola pública:
Tuve la oportunidad de compartir unas breves sesiones de coaching con Jordi. Fueron solo tres sesiones de hora y media, pero los resultados fueron espectaculares. Consigue llegar a la raíz de lo que despierta tus motivaciones para enseñarte cómo aprovecharlo y explotarlo en cualquier momento para que siempre des lo mejor de ti. Espero que en un futuro podamos compartir más sesiones
¿Estafa o transito hacia uno mismo?