De baby boomers y Millenials
Por Jordi Vilá
Los primeros nacimos entre 1946 y 1965, hijos de la postguerra o de sus hijos, tenemos como valores encarnados el compromiso y la lealtad, además del esfuerzo, por supuesto. Cuando vinimos al mundo Internet ni existía ni se le esperaba, los teléfonos iban enchufados a la pared y el Telégrafo era el medio de comunicación rápido, o como mucho el telégrafo, la televisión se veía en un aparato destinado a tal fin y la programación acababa a media noche con la Carta de Ajuste y el himno nacional.
Aprecian la estabilidad y manifiestan un cierto rechazo al riesgo, es por ello que resultan fieles a sus empresas y podemos verlos años y años en la misma organización e incluso en el mismo puesto.
En la actualidad esta generación es la que copa principalmente las posiciones de máxima responsabilidad real a nivel de organizaciones, quizás mirando por encima del hombro a los jóvenes, pensando en lo mucho que tienen que aprender de ellos.
Los segundos, los millenials, nacieron entre 1980 y 2000, en la era tecnológica, la cual abrazaron desde le más tierna infancia, están habituados a usar teléfonos móviles, el ordenador ha sido en la práctica su bloc de notas y buscan en la inmediatez su modo de vida. La televisión es un mueble anacrónico que apenas utilizan, son hijos de AMAZON y de Instagram y ven los programas de televisión en su tablet o teléfono.
El millenial tiene un fuerte nivel de compromiso consigo mismo, quiere las cosas ya y sus valores por la ecología están marcados a fuego en la mayoría de casos, la economía colaborativa es una realidad para ellos.
Hoy por hoy conviven ambas realidades en el mismo círculo, el empresarial y, así como los primeros miran a los segundos con un aire de superioridad, los segundos tampoco quedan a la zaga, quizás en la suposición de su caso analfabetismo digital.
Valores contrapuestos, formas de ver el mundo por completo distintas, dificultad entre la soberbia de unos y otros, esto es lo que nos encontramos hoy por hoy en el mundo Organizacional, ¿cómo hacer que se produzca comunicación?
Francamente, una buena cura de humildad en ambas caras de la moneda, conscientes de lo mucho que pueden recibir de la otra parte, va a ser la forma de salir del actual estado de frustración y recesión.
¿Qué puedes hacer tu para propiciar este acercamiento?