Consecuencias de un proceso de coaching
Por Jordi Vilá
Hoy me han alegrado el día, he recibido una de aquellas llamadas que me hacen sentir vivo, útil y con un propósito de Vida acorde a mis valores.
Al ver el nombre en la pantalla de mi teléfono me ha salido una sonrisa, he identificado un cliente con el que hicimos un proceso de coaching que concluyó hace cinco años, toda una eternidad a efectos profesionales.
Por aquel entonces era un joven Ingeniero (aún es joven, pero menos, e Ingeniero, pero más), un valor en alza al que su empresa hacía creer que era todavía una promesa, con sueldo de promesa, a la espera de demostrar realmente su valía, la cual ya se traducía en buenos beneficios para la compañía.
Hoy me confirmaba que aquel proceso de coaching supuso para él un antes y un después, fue el inicio de su propia revolución personal que le hizo abandonar aquella organización, cursar un MBA una de las más prestigiosas escuelas de negocios del mundo y casarse con la mujer de su vida.
Me agradecía el acompañamiento aunque, como bien sabemos los que vivimos del coaching, fue él quien hizo todo el trabajo, quien hizo su viaje hacia dentro, quien se replanteó sus creencias, quien afrontó con valor quién quería ser y quien tomó las decisiones para que así fuera, por lo que es a él mismo a quien debe agradecimiento.
¿Qué es lo que hice yo como coach?, pues simplemente estar a su lado, acompañarle en su exploración, retarle, devolverle aquello que veía y, sobre todo, creer en él de un modo incondicional.
En estos cinco años ha tenido una carrera exitosa que le lleva a afrontar un nuevo reto en una Dirección General en el extranjero.
Esto es el coaching, un proceso de acompañamiento en el que cada cliente define quién quiere ser, dónde quiere ir y pone todos los medios a su alcance para que así sea, tomando responsabilidad sobre su propia existencia, desmontando lo que quiera desmontar y construyendo su futuro, no es fácil y sí es apasionante.
No eches la culpa de lo que te ocurre al mundo, cada cuál es el responsable de su propia vida, siempre hay elección, aunque pudiera parecer lo contrario, la persona de la que os hablo podría haber optado por otro tipo de vida y, por el contrario, decidió creer en él mismo y asumir riesgos hasta llegar a este punto en el que se encuentra.
¿Cuál es tu decisión?