Confianza como eje de crecimiento
Por Jordi Vilá
Allá donde había debate hay ahora silencio, dónde habían encuentros de todo tipo, ahora hay silencio, dónde había luz y colaboración, ahora hay penumbra y soledad, donde había comunidad y consulta, se instaló el Ego.
¿Te suena?, efectivamente, cuando la confianza sale por la ventana, la tormenta entra por la puerta, algo que ya nos enunciaba Lencioni (2002) referido a la confianza en los equipos.
No hace muchos días alguien me decía que, en uno de los equipos en los que colabora, la confianza había desaparecido y ello había traído como consecuencia, no una merma en los resultados, ya que la profesionalidad de todos sus miembros lo impediría, aunque sí un frenazo a las aportaciones y el crecimiento.
Es normal, un líder (o jefe), entra en disonancia (Boyatzis, 2005), su Ego aparece y borra a la persona que hay detrás, le impide ser y le impone su disfraz, a partir de ahí, se encadenan las consecuencias, una tras otra.
En un principio apenas se nota, como os decía, se percibe algo más de apatía y poco más, no obstante, una observación más detenida nos permitiría ver aquel cielo previo a la tormenta, aquel mar quieto en superficie y, por el contrario, bien removido en su interior, el preludio de la tormenta.
El liderazgo implica fe y confianza entre las personas que configuran el colectivo, algo que es un camino de doble vía y, cuando se deteriora, tiene difícil reconstrucción, de hecho, la relación es de 7 a 1 o, admitiendo un símil bancario, hacen falta 7 imposiciones en cuenta por cada reintegro.
Si el equipo que lideras tiene alguno de estos síntomas: ausencia de debate, apatía o descenso acusado de la comunicación, algo está fallando en el colectivo y, posiblemente, la confianza se esté desmoronando como un azucarillo en agua caliente.
Confianza no implica ausencia de conflicto, bien al contrario, los colectivos en los que el conflicto es bienvenido y se encara de forma constructiva, suelen ser equipos maduros con confianza entre sus miembros.
¿Qué hay tras esa aparente tranquilidad?