Compartir y crecer
Por Jordi Vilá
Como podéis ver en la foto que acompaña a este post, este es un momento de acompañar, de acariciar con la mirada, de abrazar con la palabra, como ser humano lo necesito, me reconforta, me consuela y, lo que no es menos, me permite compartir de un modo distinto.
Es la foto del taller virtual que facilitamos el viernes por la tarde y el sábado por la mañana para el Institut Gestalt, lo que no veis es la interacción que llegó a haber en un colectivo formado por 20 personas y que llegó a que, en el cierre, se expresaran las “ganas de más”, como cuando disfrutamos de aquel plato delicioso de la abuela.
Existe la creencia de que la formación virtual es un compendio de materiales a visualizar y trabajar, o un ponente que expone sus argumentos con un posterior debate, o sin él, o un tutorial al más puro estilo YouTube, y eso es sólo una parte de lo que puede llegar a ser este tipo de formación.
En nuestro caso, con Montse Cascalló, Marga del Olmo y yo mismo, damos un paso más y buscamos la interacción entre todas las partes, el enriquecimiento a partir de las aportaciones de todos, la reflexión común, y también el trabajo a partir de actividades en remoto.
La verdad es que fue gratificante comprobar como el trabajo previo de diseño, organización y puesta a punto colmó las expectativas de los presentes, desmotando incluso algunas creencias prefijadas de que “no es lo mismo”, ya que obviamente no lo es, como no es lo mismo una pera y un melón, aunque ambos son sabrosos cuando están en su punto.
No hemos descubierto nada nuevo, soy consciente de ello, como lo soy de la necesidad de adecuar la técnica a un tipo de intervenciones y no de otras, o de un tipo de colectivos ávidos de probar cosas, y no de otros, quizás más conservadores.
En una ocasión, en mi labor como Coach, tenía dos clientes en paralelo y la situación me llevó a hacer las sesiones telefónicas, en uno de los casos, el cliente se desinhibió y obtuvo un resultado muy superior a las sesiones presenciales el otro, por contra, prefirió la presencialidad y no volvió a repetir la sesión en la distancia.
¿Por qué os cuento esto?, porque esto es una muestra de diversidad, todos somos iguales, sí, y también todos somos diferentes y, por tanto, será bueno adoptar las intervenciones a la situación y al colectivo.
Esto pasará, como pasa la tormenta, o como pasa una pesadilla, y podemos salir fortalecidos de ello, dejarme plantear de nuevo la misma pregunta del post anterior ¿qué historia te estás contando?