Coherencia, una línea de Vida

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La segunda acepción de la palabra en el diccionario de la RAE en su 23ª edición nos dice Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan y, siendo aún un poco más precisos, diría que coherencia es tener alineado el eje del pensamiento, la palabra y la acción o, dicho de otro modo, hacer lo que digo y decir lo que pienso.

Las consecuencias de la coherencia son muchas pero, esencialmente, podríamos enumerar dos de ellas, para mi las más importantes: bienestar personal ya que estamos alineados con nosotros mismos y generación de confianza ya que ese es nuestro impacto en las personas que nos rodean.

Si llevamos este término al liderazgo, podremos ver como en los equipos la confianza generada al ver al líder ser consecuente con su línea de pensamiento, aumenta exponencialmente, igual que decrece del mismo modo cuando se produce lo contrario. No hay nada peor que ver al jefe hacer lo contrario de lo que promulga, ¿de qué me sonará esto?

Llevemos esto a nuestro entorno familiar más cercano, ¿qué ocurre con las personas que hemos elegido educar?, si perciben coherencia, ese será el poso que quedará en esencia, si es incoherencia generaremos desconfianza en nosotros y patrones de conducta poco Higiénicos.

La mayor parte de desencuentros en cualquier tipo de colectivo, tienen su raíz en la incoherencia de sus líderes, ya sean estos entrenadores, profesores, tutores, padres o jefes, desencuentros que van minando la relación hasta hacer que su degradación haga del todo imposible su recuperación.

Definitivamente el fin no justifica los medios, punto de partida este de la mayoría de comportamientos incoherentes, más basados en el cortoplacismo que en la búsqueda de unos resultados sostenibles en el tiempo. El premio de la coherencia es poder sentir que vivo según mis valores, dormir tranquilo y percibir que eso es lo que transmito al exterior.

No debemos olvidar que el ser humano es incoherente por naturaleza y que solo una atenta autoobservación podrá llevarnos a minimizarla y, por tanto, a vivir en paz con nosotros mismos, con nuestro entorno y con el mundo.

¿Qué es lo que provoca mis actuaciones incoherentes?