Coaching en acción: El viaje del Héroe
Por Jordi Vilá
En muchas, muchas ocasiones, una persona siente una cierta desazón, no acaba de estar conforme con su vida por idílica que, de puertas afuera, pudiera parecer: una buena familia, un buen trabajo, una casa confortable y cierta holgura económica que le permite tener y hacer aquello con lo que siempre ha disfrutado.
Y hete aquí, que un buen día, la aventura llega a su puerta, quizás no en forma de aventura propiamente dicha, sino en forma de una cierta llamada a algo distinto, y ahí es cuando empieza a aparecer esa cierta desazón, ese cierto inconformismo y, en un principio y haciendo caso a la madre prudencia, desecha la llamada y le hace oídos sordos.
Pero el Universo es tozudo, y esa llamada vuelve a aparecer, quizás con otro formato, en otro momento y quizás también en otro lugar, es entonces cuando esa persona, empieza a plantearse si no sería oportuno, cuando menos, explorar esa posibilidad, y es entonces cuando, como dice el dicho, aparece su compañero de viaje, la persona que podrá acompañarle en un viaje incierto y etéreo…por el momento.
Empiezan entonces las señales aumentadas, pruebas cotidianas que le muestran las posibilidades que otros caminos podrían ofrecerle, y es entonces también cuando aparecen aliados y enemigos, cuando el propio mundo conocido y sus confines, empiezan a diluirse, cuando todo parece desmoronarse en una suerte de avalancha, no obstante, no todo está perdido y llega a aparecer la recompensa.
¿Qué papel jugó en todo esto su compañero de viaje?, el de lupa, el de guardián de sus más profundos principios, de su esencia oculta, quien fue capaz de señalarle aquellas puertas que no había podido o querido ver, sin guía, sin imposición, una especie de Merlín que tan solo muestra lo que la naturaleza esconde en el lugar más visible: en el interior de cada uno, bajo capas y capas de disfraz.
Y casi sin ropas, cubierto tan solo con lo más esencial, ese Ser aparece de nuevo cuál Ave Fénix, resurgiendo de sus cenizas, con la única recompensa de saberse quién quería Ser, y entonces inicia el regreso a ese nuevo mundo cotidiano, en el que nada y todo a la vez han cambiado porque, lo más esencial, ha podido emerger de entre las envolturas que le habían cubierto.
Ese es el Viaje del Héroe, y ese es el camino en el que el Coaching puede haber sido el catalizador necesario.
Para volver a la esencia tendré que hacer ese viaje de regreso a la esencia, ¿qué necesito para iniciarlo?