Coaching desde el Ser
Por Jordi Vilá
Cuelgo el teléfono dando por finalizada una sesión, de la que da igual la temática y el tipo de coaching, si ejecutivo, de vida o de carrera, es completamente indiferente porque, lo verdaderamente importante, ha sido el lugar desde el que esa sesión ha sido hecha.
El coachee, el cliente, se ha mostrado en toda su complejidad, con sus luces y sus sombras muestra, por un lado, de la relación de confianza y complicidad construida y, por otro, de su grandeza como persona y como profesional. Esto me ha permitido, a su vez, conectar con mi yo más profundo, no con quien quiero enseñar que soy sino con quien Soy en realidad, con mi Ser.
Y ese es un lugar en el que no cabe la soberbia, la arrogancia o el juicio, ahí solo hay admiración por la persona con la que ando el camino, admiración y curiosidad por saber quien es y cuales son sus ilusiones, sus miedos y sus anhelos.
La sesión ha transcurrido por una senda intrincada, con profundas subidas y bajadas, con trampas en el camino y límites que solo la persona se ponía, ignorante aún del potencial que anida en ella.
Con todo, en ningún momento ha faltado el aire o se ha permitido desfallecer, iba bajando escalón a escalón en busca de ese Ser que intuye que es, algo que sucedía porque, por el otro lado, no existían esos juicios, arrogancia o prepotencia, solo había la curiosidad de la que os hablaba y el deseo del peregrino: avanzar un paso más en el tránsito hacia la meta que no es otra que ir descubriendo el camino.
Podría decir que funcionaba desde la comunión entre los dos, sin acudir a mi cerebro racional prácticamente para nada. No quería ser quien no era, simplemente pretendía fluir en ese río que la sesión era.
Todo eso es lo que el cliente percibía y lo que le ayudaba a sentirse en un espacio seguro en el que todo era posible, era posible la transformación gracias a la indagación en su interior, sin pagar el peaje del cambio efímero, y todo porque buceaba en su esencia.
No todas las sesiones transcurren así, aunque trabajo para que así sea. En ocasiones cumplimos con el objetivo pero lo hacemos desde la superficie, cuando la sesión y el proceso transcurre por el camino que aquí os apuntaba, la profundidad de conocimiento es muy superior y los resultados harto más satisfactorios.
¿Cómo llegar a esa profundidad como coachee y como coach?