Bienvenida
Por Jordi Vilá
“Si no vas…no has ido” nos dice Paco Muro (2005), puede parecer una perogrullada, pero pretender cosas sin haber trabajado por ellas, es simplemente absurdo. Para saber si hay aparcamiento frente a la puerta, tendré que ir y comprobarlo, para saber si me podría haber llevado el contrato, deberé haberlo trabajado previamente.
¡Cuantas ideas quedan en el mundo de las ideas! Algunas ciertamente tontas pero, otras muchas, ideas brillantes que hubieran llevado al mundo a otro estado y a la persona que la imaginó, a una vida más cercana a aquella que soñó.
Demasiadas limitaciones, demasiadas creencias que me limitan, demasiadas suposiciones que elevo a la categoría de dogma y que me impiden avanzar en la dirección que quiero.
Hoy podría no existir el avión, o los mensajes de 140 caracteres, o esas criaturas no ser mías por no haber tenido el coraje de unir mi proyecto personal al suyo e iniciar un camino común.
Demasiadas ideas son abandonadas sin darles la oportunidad de germinar, sin explorar las formas de hacerlas realidad cuando, una pizca de aventura podría haberlas traído al mundo con éxito haciendo de él algo mejor.
Esas ideas tienen su momento, su gestación, después del cual posiblemente ya no tengan cabida, démosles la oportunidad de abrir los ojos y ver sus posibilidades, ellas mismas nos guiarán por la senda del alumbramiento, quizás será complejo, a lo mejor deberemos buscar recursos que desconocíamos tener, o deberemos buscarlos fuera, o modificar algunos de nuestros comportamientos o creencias.
Esas ideas necesitan unos creadores valientes, soñadores, deseosos de salir de esa zona cómoda que marca la cotidianidad, creadores que se plantean cómo podría ser diferente, de qué modo podría hacerse… y, no nos engañemos, todo el mundo es creativo, solo debo darme la oportunidad.
¿Cuántas ideas quedarán hoy por nacer? ¿qué consecuencias tendrá eso? Sólo contestar a estas dos preguntas ya me dará pistas de lo que me estoy perdiendo.
¿Cómo voy a ayudarte a nacer?