Aprendizaje virtual, ¿mejor o peor que el presencial?
Por Jordi Vilá
Francamente ni mejor ni peor, simplemente diferente, y es algo que no es, ni de lejos, nuevo, en España ya podemos ver como en 1995 se crea la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), con una vocación de impartir formación por vía virtual, aún cuando Internet estaba todavía en sus albores.
La actual pandemia del COVID19 ha provocado una aceleración, globalizando este tipo de facilitación del aprendizaje, aunque ya en 2008 Dave Cormier y Brian Hypertuano acuñaron el termino MOOC (Curso En-línea Masivo y Abierto), llevando la formación a los lugares más remotos (eso sí, que cuenten con Internet) y a todo tipo de personas.
Por mi experiencia veo que hay diversos tipos de formación: clases magistrales, repositorios o facilitación del aprendizaje con interacción con el participante, en cuyo caso el nivel de atención aumenta de forma exponencial y el concepto se consolida.
Nunca pensé que una formación de, por ejemplo, Coaching de Equipos, pudiera hacerse en formato virtual, hasta que un equipo que colaboramos con el Institut Gestalt salimos de nuestro pensamiento lineal y nuestros prejuicios y decidimos explorar otras realidades y, ¿por qué no?, crearlas.
El resultado fue francamente satisfactorio y pudimos comprobar como no es mejor ni peor que la presencial es, simplemente, distinta y requiere de buenas dosis de imaginación, de dominio de herramientas y, sobre todo, pasión por lo que se hace, ya sea metodología o conocimiento.
En apenas un par de días en una Business School como EAE, se transformó toda la formación que se estaba impartiendo presencialmente en virtual, se cambiaron contenidos, se adaptaron al entorno y, la pasión y excelencia de los profesores, consiguieron mantener el entusiasmo de unos alumnos ávidos de aprendizaje.
Cientos de colegios infantiles en todo el territorio nacional han creado desde cero contenidos para los más pequeños, consiguiendo que los más de ellos sigan disfrutando con lo que hacen aunque, eso sí, necesitando del apoyo más intenso de sus mayores.
Esta crisis ha actuado como catalizador, no ya del cambio si no de la transformación en múltiples aspectos, y el aprendizaje es uno de ellos.
Es cierto, no vale para todo, las experiencias son distintas, ¿mejores, peores?, digamos que diferentes, vemos como modelos híbridos adquieren protagonismo y como acerca el conocimiento a lugares en los que de otro modo sería, literalmente imposible.
Estamos también en una fase cuasi embrionaria, las herramientas técnicas avanzarán y permitirán un acercamiento al alumno aún más impactante, a mi modo de ver presencial y virtual se dan la mano y crean una danza armónica difícil de igualar.
¿Cuál va a ser el siguiente paso?