Aprendiendo y compartiendo

Nunca habría imaginado tanta riqueza en la diversidad y la colaboración. Ayer estaba en la reunión inicial de un máster cuya programación académica se inicia en unas semanas, formo parte del claustro docente, a invitación del que en su día fue un cliente corporativo.

Esta tarde, también en un claustro, encuentro entre los compañeros a un futuro alumno de uno de los programas en los que intervengo, es decir, compañero y alumno a la vez.

Por otro lado, soy alumno de uno de mis compañeros de claustro…y me encuentro con una amalgama de situaciones en las que hoy eres el profesor de alguien que mañana será tu maestro y, quien fue mi maestro, se convierte en compañero.

Compartir conocimientos y experiencia, acompañar a otros en su aprendizaje y, a la vez, continuar creciendo en mis aprendizajes, sea cual sea el rol que ocupe porque, en todos ellos, el proceso es bidireccional.

Esto lo veo a diario en la ICF (International Coach Federation), donde los compañeros tienen la generosidad de compartir sus investigaciones, sus proyectos, sus aprendizajes, porque nuestra riqueza está, precisamente, en compartir.

Como coach contrato a otros colegas para que me acompañen también en mis descubrimientos y, a la vez, soy contratado por algunos de ellos para acompañarlos en su camino, y así creamos un círculo virtuoso, algo que solo puede hacerse desde la humildad y el hambre de transitar el camino de cada cual.

¡Cuan diferente es esta vida de la que un día viví!, y no reniego de la otra, como tampoco de esta, simplemente me dedico a vivirla y te invito a vivirla a ti también, rompiendo tus propias barreras del conocimiento, el de dentro y el de fuera.

¿Vienes a compartir?